Basta de llamar tóxicas a las personas que están pasando un momento duro en su vida

HEMOS OLVIDADO LO QUE ES SER AMIGO

Hola a tod@s,

En este post quiero hablar sobre el correcto uso de las palabras "persona tóxica". Hay personas tóxicas de muchos tipos. Las hay que chillan, se enfadan e incluso son agresivas, este perfil es fácil de identificar. Pero hoy no hablare de estas, lo desarrollaré en siguientes entradas al blog. 

El tipo de persona que quiero usar de ejemplo es aquella que miente, manipula y que hace todo en beneficio propio sin importar a quien tenga que dañar. Personas egocéntricas y narcisistas. Personas que tiene mucho carisma y se muestran encantadoras con aquellos a los que pueden utilizar para sus fines o necesidades. Van siempre con una sonrisa, nunca levantan la voz, hacen creer que no se enfadan nunca y que su vida es genial. 

Son personas que hacen daño intencionadamente y con maldad, normalmente por la espalda, sin dar la cara. Manipulan a su antojo la realidad que los rodea y cuando todo explota desaparecen, incapaces de enfrentarse a los problemas. Aparentan que no han dicho o hecho nada. Tiran la piedra y esconden la mano. Además, suelen ser el centro de atención, ya que necesitan de la aprobación de la gente que les rodea. Envidiosos, serpientes traicioneras que te muerden incluso aunque seas su allegado. 

El problema es que se utiliza el concepto "persona tóxica" de manera equivocada. La usan para referirse a aquellos que tienen problemas en su vida, personas que se sienten mal porque están pasando un momento duro en su vida y que sólo quieren alguien que les escuche, que les hagan saber que están ahí, que no están solos. Hablan de aquellas personas que solo necesitan contar sus problemas personales, incluso aquellos que les han quitado las ganas de vivir. Esas personas no buscan el mal, no quieren estropearte el día. Solo necesitan alguien en quien confiar. 

Se habla mucho de ser feliz y de disfrutar de la vida, de que hay que darse prioridad a uno mismo. El yoismo ha convertido a la gente en personas egoístas que se creen el centro del mundo, más importantes que el resto. Las personas con problemas y tristes no gustan a nadie pues les absorben la energía, les desgasta. Es mejor no quedar con personas tristes, sean amigos o familiares. Si no los ves, los olvidas y no te tragas su mal rollo. Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan las "mal etiquetadas" personas tóxicas es la soledad, pues todos aquellos que deberían apoyarles simplemente se alejan. 

Peor aún es cuando ponen un tope de tiempo para que la persona dañada se recupere y si no lo hace es porque es una victimista. El duelo está establecido en unas fases que han de durar un tiempo marcado y cuando no se cumplen estás expectativas no eres normal. Es fácil leer en Internet las fases del duelo, hay muchas páginas de psicología y cualquier persona puede leerlo. En algunas ocasiones hasta los psicólogos te presionan y te recuerdan que ya ha pasado tiempo suficiente para recuperarte. Dicen de ti que te gusta estar triste, cansado, quejarte... vaya, que te gusta hacerte la victima y que estén por ti. Y todos conocen a alguien que le ha pasado algo peor y se ha recuperado antes, que gran consuelo cuando estás hundido. 

Cada día más, todo el mundo está de acuerdo con que los niños en los colegios deben aprender a su ritmo, que no todos crecemos al mismo ritmo. Pero cuando nos hacemos mayores, entonces sí tenemos que vivir, sufrir, comer, pensar igual. Los baches de la vida tienen un tiempo para llorar, odiar y perdonar. Y ya está, hay que volver al día a día como si nunca hubiera pasado nada.

Donde ha quedado la empatía, la voluntad de ayudar, el cariño hacía las personas con las que inevitablemente estamos subidos en este tren que es la vida. Deberíamos entender que cada persona vive el sufrimiento de una manera diferente, que no todo provoca la misma reacción y que hay muchos factores que pueden cambiar la intensidad del dolor. Por ejemplo las rupturas sentimentales no tienen la misma intensidad para todas las personas, cada persona la vive según sus vivencias y en el momento que ocurren. Tenemos que respetar el tiempo de recuperación de cada persona.

Seguro que es un tema muy delicado y que cada uno tenemos nuestra forma de verlo, pero no podemos perder la humanidad, el respeto y la empatía. No podemos seguir criando jóvenes que sólo piensan en ellos y no quieren saber nada de los problemas de los demás. La vida es dura y nunca sabes que te puede pasar. Es muy duro ver que la misma gente con la que disfrutabas y te lo pasabas bien, te dejan de lado para seguir disfrutando sin tener que ver tu tristeza. 

Saludos, hasta pronto.